Estrategias para potenciar la Magia Novae Carnis: Visualización

VISUALIZACION

Además del ejercicio de la vela, existen otras estrategias para potenciar el proceso mágico, en general, y nuestro desarrollo personal, en particular. Una de las más utilizadas y fácil de poner en práctica es la visualización.

La visualización consiste en sentarse relajado o tumbarse con los ojos cerrados y visualizar, con la mente, imaginando, un objeto, un lugar o a una persona. El elemento usado para la visualización dependerá del objetivo del officialis.

El fin de la visualización es darle una mayor fuerza a un trabajo o ritual. De este modo, el objeto elegido para la visualización dependerá del tipo de caerimonia que se tenga pensado poner en práctica. No obstante, la visualización se puede utilizar con un fin similar a la meditación, es decir, para relajarse o para nuestro desarrollo personal.

Así pues, es posible que el officialis escoja un objeto para la visualización si su objetivo es, por ejemplo, obtener ese objeto. La visualización se puede utilizar para lograr un objetivo, ya sea de trabajo, de salud o personal. Los lugares tranquilos también son un adecuado objeto de visualización si el objetivo de la práctica es relajarse o forjar un templo permanente (Esag dab).

Preparación:

-Encuentra un lugar tranquilo donde haya el menor ruido posible y un momento en el que sepas que no te van a molestar. Obviamente, el móvil debe permanecer apagado o en silencio.

-Adopta una postura cómoda. Lo más frecuente es estar sentado con la espalda recta, pero también se puede realizar este ejercicio tumbado boca arriba.

-Cierra los ojos para minimizar las distracciones visuales.

Procedimiento:

PASO 1: NOS RELAJAMOS

Previamente a realizar la visualización hay que asegurarse de estar relajado. Para ello podemos usar el siguiente ejercicio:

-Realiza tres respiraciones profundas, de modo que sientas como el vientre se infla y desinfla con cada inspiración y expiración.

-Realiza una última respiración inhalando por la nariz. Mantén el aire retenido unos segundos y expúlsalo muy lentamente por la boca.

-Concéntrate en cada parte de tu cuerpo, tomando conciencia de cada una de ellas, comenzando por los pies y subiendo hasta la cabeza. Asegúrate de que estas partes están relajadas y no bajo tensión.

PASO 2: VISUALIZAR

-Imaginamos el objeto que queremos visualizar. Puede ser algo que queramos conseguir, una persona o un lugar. Si nuestro fin es lograr un objetivo, es necesario definir muy clara y concisamente cual es exactamente nuestro objetivo.

-Intentamos detallar, con la mayor precisión posible, nuestro objeto de visualización. Ponemos atención en los colores, las formas, la luz, los sonidos, los olores… con el fin de hacer la imagen lo más vívida posible. En el caso de un objetivo, intentamos recrear detalles del contexto, como es, los sonidos que hay, los olores, donde estamos, quienes están a nuestro lado, lo que hacemos y lo que hacen.

-Interactúa con el entorno: Si es un lugar, imagina que estás caminando por ese sitio. Siente como sería estar ahí, la textura del suelo bajo tus pies, la temperatura del aire y cualquier otra sensación. Si es un objeto, imagina como sería tocarlo, el tacto, el olor… Si es una persona, imagina su voz, su olor, la temperatura de su piel y su tacto. Si es un objetivo, nos fijamos en las reacciones al lograrlo, las expresiones de los participantes y el cambio que se produce a nuestro alrededor.

-Observa todos los detalles: las hojas de los árboles, las olas del mar, las nubes en el cielo, la expresión de la persona, su pelo, su postura…

-Incorpora emociones: Incorpora a la visualización aquella emoción con la que vayas a trabajar en la caerimonia. En función del dominio se elegirá una u otra emoción. Si el fin de la visualización es la relajación, se incorporarán emociones positivas como energía, motivación, alegría, paz y tranquilidad mientras se prosigue con la visualización. Si es un logro, imaginamos como sentimos ese éxito en su logro, las sensaciones que tenemos al lograrlo.

-Siente estas emociones: Imagina las emociones evocadas penetrando en tu cuerpo y expandiéndose en tu interior. Intenta que toquen todos los puntos de tu cuerpo, desde los pies a la cabeza.

-Mantén la visualización durante unos minutos, recreándote todo lo posible en la imagen del objeto y sus características y en las emociones que te han invadido.

-Vuelve gradualmente a la conciencia. Hazlo despacio y poco a poco. Para ello puedes mover lentamente los dedos de las manos y los pies, y respirar profundamente unas cuantas veces. Luego, se abren los ojos lentamente y nos tomamos un momento para volver al entorno normal. Tomamos conciencia del efecto de las emociones en nosotros y como eran estos sentimientos previamente a la realización del ejercicio.

La visualización es una práctica que se ha realizado durante años en diferentes disciplinas con distintos propósitos. Como toda la Magia Novae Carnis, no se trata de un sistema esotérico, aunque así se haya concebido y se conciba dentro de un marco ideológico determinado. Recordemos que la Magia Novae Carnis entiende que la magia de hoy es la ciencia del futuro.

El éxito del ejercicio de visualización reside en que su práctica estimula y activa áreas concretas del sistema nervioso, lo que provoca un cambio en la actividad sináptica y en la producción y acción del sistema neurohormonal.

Este cambio en el officialis repercute en su comportamiento e interacción con su entorno, lo que, a su vez, provoca un cambio en el mismo, el cual afecta, nuevamente, al oficiante.

Para finalizar, recordad que este tipo de prácticas puede costar un cierto esfuerzo en sus comienzos, y hace falta entrenamiento y persistencia para facilitar el proceso.

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